Por: Javier Del Río O.
Sustentabilidad se traduce finalmente en hacerse la vida grata; con un mínimo de gastos y mayor confort interior. Hoy es lo ideal, debido a altos costos energéticos, inestabilidades económicas internacionales y altos niveles de contaminación. Por ello es de gran importancia elegir una buena vivienda; quizás el bien mas preciado y soñado es el contar con una casa propia. Esto puede tomar mucho tiempo y esfuerzo, entre juntar un pié, buscar la casa ideal, ver el financiamiento y posteriormente tratar de mantenerla. Hay que evitar equivocarse.
En general la decisión parte por la elección de un barrio o calle; combinado con el costo, el programa de recintos, los metros de superficie, la seguridad, equipamientos cercanos, accesibilidad, y a el cómo se ve por fuera, entre otros. Curiosamente muy raras veces se pregunta por el cómo será en verano, en invierno, en como será la calefacción de eficiente, o como será con respecto a los días de lluvia; en el fondo nada relacionado con su habitabilidad, esto lamentablemente nos vamos dando cuenta en el camino y con mucho pesar.
En prácticamente todo nuestro territorio el verano en general es fácilmente controlable, es cosa de poder hacer o contar simplemente con sombras y ventilaciones cruzadas. En cambio el frío debe de ser suplido por equipos de calefacción y con ello algún tipo de energía. Aunque este periodo puede ser corto, se gastamucho dinero en pagar cuentas por combustibles que cada vez son más caros. Por ello es que cada día que pasa, se hace cada vez más importante elegir bien una vivienda: una mala decisión de hoy, será un error por muchos años y en vez de ser la nueva adquisición un agrado, puede convertirse en una larga pesadilla.
¿Cómo escoger una vivienda?
Idealmente comprar una que lleve cierta cantidad de meses construida, pues así sus hormigones, estucos y pinturas estarán secos, con lo que no es necesario ventilarlas para secarlas (en verano puede que no sea problema, pero en invierno es nefasto para el ahorro de energía, pues hay que calefaccionar y ventilar mucho).
Optar por aquellas en donde su acceso esté por el costado norte de una calle oriente-poniente. De esta forma lo mas probable es que los recintos mas usados (estar, dormitorios, comedor) den hacia el norte, hacia el fondo del sitio propio. Si es lo opuesto, será muy sombría.
Una construcción compacta de forma es mejor que una de mayor perímetro, estas últimas suelen ser atractivas, pero serán más demandadoras de energía. El calor, ya sea proveniente del sol o de un equipo de calefacción, demorará mas en subir la temperatura interior, se almacena menos y existirán pérdidas de energía. En verano, tal como se mencionó, es cosa de contar con sombras y ventilación cruzada para evitar recalentamientos.
Muy recomendable es que sea de dos pisos, así cuando el calor sube, calefaccionar los dormitorios. Por otra parte si existe exceso de calor, será cosa de abrir una ventana arriba y otra abajo cercanos a la caja de escalas, para crear corrientes que ventilen y la refresquen.
Siempre preguntar por sus materiales aislantes, saber el como se está cumpliendo la Reglamentación Térmica vigente; ella indica valores mínimos de aislación para cada zona climática del país. Incluso ojalá fuera más que lo mínimo exigido. Si ello no se cumple, es mejor NO comprarla, pues posteriormente será costosa su implementación. En este punto, también pedir información acerca de las impermeabilizaciones; un muro que se moja ´roba´ mucha calefacción.
Fijarse también en la cantidad de ventanas y sus orientaciones, en general ojalá sean de tamaño mediano las que van hacia la cara norte y pequeñas las que van al sur. Aunque sean de doble vidriado hermético, siempre en general es mejor un muro. Aquí vale la pena destacar que de todas maneras se deberá contar con cortinas gruesas, ya sean simples o dobles los vidrios. Observar también si cierran herméticamente sus hojas, evitando la entrada del frío.
No olvidar consultar por el cómo se calentará la casa en invierno. Preguntar por el tipo de equipo, su combustible, por donde van los circuitos, su mecanismo de control, donde están los termostatos. Muchos equipos que pueden ser unas verdaderas máquinas eficientes, pueden ser muy costosas de usar si se las colocó mal. Una losa radiante bajo pisos de madera o alfombras es una mala opción, pues el calor demorará en atravesarlos (significa mas combustible), ideal es que fuesen cerámicos por ejemplo, materiales transparentes al paso del calor. Un termostato (sensor de temperatura) colocado en un muro que le llega el sol, o uno instalado en un lugar muy apartado, complican el buen funcionamiento de la caldera; ojalá sean varios con circuitos independientes, dependiendo del tamaño de la casa.
Consultar en municipalidad respectiva por la posibilidad de que algún día la casa del vecino se convierta en una torre, con lo cual se pierde el acceso solar, se crean brisas molestas y se pierde la privacidad.
Si se opta por una vivienda de hormigón a la vista o ladrillos sin estucar y con muchas ventanas, que hoy están muy de moda, no son recomendables para los climas de Santiago al sur (una de las peores opciones). Se debe de tener en cuenta que la única forma de ahorrar calefacción en ellas es mejorando la envolvente completa, añadiendo una capa de aislación, y/o clausurando partes o piezas al interior.
Evitar las viviendas con doble altura interior, que si bien son atractivas, van a complicar la calefacción del invierno. Ellas crean corrientes convectivas que llevan el frío a lugares no deseados. En verano suelen ser muy gratas en todo caso.
Ideal es que cuente con colectores solares planos para agua caliente, que cada vez son más económicos y eficientes. Estos obviamente deben de estar orientados al norte en lo mas posible y con un ángulo de inclinación cercano a los 45º (para Santiago). Si la casa no cuenta con ello, pedir instalar un arranque de agua para llegar a ellos y conectado al calefactor tradicional de agua (termo o calefont). Como regla básica para la zona central: es 1 m2 por persona de colector y 60lts. de estanque almacenador por persona.
Hay varias otras más, pero menos significativas en general. En todo caso con las ya descritas, una familia puede ahorrar o bajar su gasto energético entre un 50 y 70% (entre la que cumpla todo, con una que haga justo lo opuesto). No olvidar que aunque un invierno puede durar unos cuatro meses, lo será por unos 20 años o más, el tiempo que se estará dentro de la misma vivienda (este error puede traducirse en varios autos, viajes, educación, pago de deudas, etc. Por el exceso de gasto energético).