Estamos en la “Década de la Energía Sostenible para Todos”.
Al terminar el año 2012 como el “Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos” la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró la década 2014-2024 como la “Década de la Energía Sostenible para Todos” subrayando la importancia de las cuestiones de energía para el desarrollo sostenible.
La iniciativa Sustainable Energy for All (www.se4all.org) es una alianza entre gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. Lanzada por el Secretario General de la ONU en el año 2011, tiene tres objetivos entrelazados que deberán alcanzarse para el año 2030:
- Asegurar el acceso universal a servicios energéticos modernos
- Duplicar la tasa mundial de mejora en la eficiencia energética
- Duplicar la participación de las energías renovables en el mix energético global
Estos objetivos se consideran complementarios entre sí. El progreso en el logro de uno puede ayudar con el avance hacia los demás.
Acceso universal a energía
Aún 1.300 millones de personas – uno de cada cinco a nivel mundial – carecen de electricidad para iluminar sus hogares o conducir su empresa. Casi el 40% de la población mundial depende de la leña, el carbón o residuos animales para cocinar sus alimentos, respirando el humo tóxico que causa enfermedades pulmonares y mata casi dos millones de personas al año, la mayoría de ellos mujeres y niños.
La electricidad permite a los niños estudiar por la noche. Permite bombear el agua para los cultivos y los alimentos, además de refrigerar los medicamentos.
Los combustibles modernos para cocinar y calentar, alivian las mujeres del ajetreo y del peligro de viajar largas distancias para recoger leña.
Eficiencia energética
La eficiencia energética, es decir, obtener más servicios de los limitados recursos a través de las mejores tecnologías y prácticas, contribuye a negocios más rentable; a energía más económica y de mayor disponibilidad para los hogares; a crecientes economías para los países que la implementen y a un medio ambiente más limpio.
Esto es cierto en todo el mundo, ya sea en África, donde los ahorros de eficiencia energética podrían ayudar a que los servicios energéticos modernos estén disponibles para aquellos que carecen de ella; o en los países más industrializados, donde las inversiones en la productividad de la energía pueden crear nuevos empleos, fomentar el crecimiento económico y reducir los costos de energía para los hogares y las empresas.
Energías renovables
La energía a partir de recursos renovables es inagotable y limpia. Los costos de las tecnologías para capturar estas energías están cayendo rápidamente convirtiéndolos en económicamente competitivas con los combustibles fósiles, mientras que se reduce el riesgo de cambio climático.
Las energías renovables también pueden ser la solución más práctica en el suministro de energía para zonas rurales y empobrecidas.
Energía sustentable para todos en Chile
La Agenda de Energía del Gobierno actual (Ministerio de Energía, Mayo 2014) está alineada con los objetivos de se4all, presentando la visión de un cambio paradigmático hacia “un desarrollo energético confiable, sustentable, inclusivo y de precios razonables”.
Con respecto a la eficiencia energética y las energías renovables, establece las siguientes metas para el año 2025:
- Ahorro de 20% de energía por medio del uso eficiente de la energía
- 20% de inyección de ERNC en el sistema eléctrico nacional
Estos números son un desafío, pero parecen de alguna manera alcanzable, al menos más alcanzable que al acceso universal a energía limpia.
La leña – la piedra en el zapato de la agenda energética
Mientras la cobertura con electricidad es prácticamente 100 % (99,6 % en el año 2010 de acuerdo al Banco Mundial), la leña sigue “siendo el segundo componente de mayor relevancia en la matriz energética primaria, después del petróleo.”
“Es una fuente de primera necesidad y de amplio uso tanto para calefacción y cocina en el sector residencial de diversas zonas del país.
El alto grado de informalidad con que se comercializa y el amplio uso de leña húmeda en calefactores ineficientes, provocan importantes problemas de contaminación y de salud de las personas.
Su bajo valor comercial y la tradición ancestral de su uso son factores que explican que la leña sea de las pocas fuentes de energía relevantes de producción nacional que hoy no posee un sustituto accesible y competitivo para la población, siendo, por tanto, un problema urgente y que también debe ser enfrentado en forma intersectorial y con una mirada sistémica.” (Agenda de Energía, Mayo 2014)
Avances en el mejoramiento del uso de la leña
Hace 6 años existe el “Sistema Nacional de Certificación de Leña” y hace 3 años la “Certificación de los Artefactos para Combustión de Leña y otros Productos Dendroenergéticos”. Ambas iniciativas, con resultados pobres, ya que no han logrado evitar “que numerosas ciudades de la zona centro-sur del país hayan sido decretadas como zonas saturadas”.
A propósito, la dendroenergía es la energía de biocombustibles derivados de vegetación forestal.
El año pasado se iniciaron las “Mesas de Calefacción Eficiente y Dendroenergía” y es de esperar que sean más exitosas que las políticas anteriores. Sino el país se queda con un pie en el subdesarrollo, mientras avanza con el otro hacia una matriz eléctrica integrada y limpia.
Inequidad energética
Esto profundizará la inequidad energética: la brecha entre le pequeña minoría que puede permitirse el confort térmico en sus hogares, y los otros que tienen que vivir con calefacción insuficiente y contaminación intradomicialiaria.
La energía es el hilo de oro que une el crecimiento económico, el aumento de la equidad social y un entorno que permite que el mundo prospere, dice el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon.
El acceso universal a la calefacción limpia debe ser integrado, no solo en la agenda energética, sino también en las agendas de los ministerios de vivienda y del medio ambiente. Así el país, podrá construir la economía de energía limpia del futuro.