Descripción de los arquitectos. Buscando la arquitectura del mínimo impacto, el « nido » se inspira de las construcciones agrícolas tradicionales. Su forma y su textura familiar rinden homenaje a las granjas tradicionales y buscan un encanto discreto.
Esta imagen pastoral dicta la elección de materiales locales ampliamente disponibles como la paja y la madera, materiales con un impacto ecológico casi inexistente. Lejos de crear una vivienda arcaica, la referencia al patrimonio rural es una base para la innovación técnica en términos de confort, ambiente y eficacidad energética.
El « nido » nace también de una reflexión sobre el carácter efímero de las construcciones. Efectivamente si el edificio parece masivo, la mayor parte de su materialidad es totalmente renovable.
Producir una arquitectura « implicada, innovadora, respetuosa con el medio ambiente » constituye el principal desafío de nuestra generación de arquitectos. El sitio particularmente preservado que acoge la construcción llama a una reflexión entre la relación que mantienen las relaciones humanas con su entorno natural. El proyecto consiste en iniciar o encontrar una relación marcada por la hospitalidad y la discreción característica de la arquitectura tradicional.
El proyecto refleja también la urgencia de una movilización de todas las energías sociales para encontrar soluciones nuevas, eficaces y cualitativas a la problemática de la vivienda. Concebir espacios de una medida modesta pero que proponen una nueva manera de vivir parece pertinente para responder a la evolución de las necesidades sociales.
Una fuerte exigencia ecológica tanto en los materiales empleados en la construcción como en el uso a largo plazo del edificio son el centro de las preocupaciones del proyecto.
La utilización de materiales locales, sanos, reciclables y rentables se impone. La valorización del tejido económico local lleva a hacer de esta experiencia un modelo de desarrollo sostenible, responsable y ecológico.
Fuente: www.archdaily.com